viernes, 14 de diciembre de 2012

5. Conclusiones


Para terminar nos gustaría destacar tal y como hemos expuesto en el trabajo  el papel del juego en la educación de los niños ya que es un instrumento que socializa e inculca una serie de ideas y valores, además de crear expectativas y necesidades  y enseñar por otro lado maneras de actuar en la sociedad actual .Sin embargo hay que tener en cuenta y prestar especial atención a distintos aspectos y factores  que aparecen en muchos juegos como son la discriminación, el juego poco equitativo o el sexismo… los cuales condicionan el juego y transforman sus beneficios en aspectos negativos para el alumnado.


En nuestro trabajo tratamos el sexismo en los juegos tradicionales ya que es un tema/problema que está presente desde los orígenes de los mismos y hasta la actualidad. La sociedad actual es sexista, la publicidad es sexista, la educación es sexista, el deporte es sexista, esto es un hecho.  A pesar de haber avanzado considerablemente en este aspecto derribando muchas de las barreras( imaginarias) que separaban hombres y mujeres , aún no se puede hablar de un trato totalmente igualitario, y en lo que nos concierne tenemos que ser realistas de que el hecho de discriminar o simplemente clasificar algunos juegos como masculinos (normalmente por su carácter competitivo y de fuerza) o femeninos (mayor contacto verbal y grupos reducidos) , simplemente causa una limitación en el  aprendizaje y la aparición de comportamientos y adquisición de roles que a la larga pueden derivar en conductas pocos recomendables. Los niños aprenderán que hay  “cosas de chicos y cosas de chicas” y no es así, además de que verán natural el hecho de que exista tal división.

Radique el problema en los padres, en los profesores, o en la sociedad en general, esto debe cambiar y nosotros proponemos comenzar por algo muy básico  pero de gran importancia para los niños y su educación como es el juego. No pretendemos implantar una serie de juegos no sexistas como vemos en el caso del Colegio Santa María de la Hispanidad.  En este vídeo observamos como los mismos profesores y padres son los que defienden una postura neutral y de indiferencia, “que jueguen a lo que quieran” sin pararse a pensar que si seguimos pensando igual año tras año no va a cambiar nunca nada porque como hemos dicho antes la sociedad ya es sexista.

 No obstante si proponemos fomentar  tales juegos y actitudes tolerantes  y evitando así conductas divisorias. Cambiando la dinámica de algunos de los juegos y eliminando estereotipos y tópicos diferenciadores y sexistas, la calidad de lo aprendido por los niños y de los valores que van a recibir va a ser muy superior.

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