viernes, 14 de diciembre de 2012

Prólogo


Como estudiantes de Ciencias de la Actividad Física y Deporte que somos, hemos creído conveniente tratar el tema del sexismo dentro de los juegos tradicionales. Tenemos muy presente por nuestros estudios y vocación la importancia y la riqueza de los juegos como herramienta educativa, y dentro de estos encontramos los tradicionales, los cuales forman parte de nuestra cultura y patrimonio. De ahí que los creemos lo suficientemente importantes como para que puedan tratarse de manera que no excluyan a nadie. 

Se trata de un tema de actualidad como es el sexismo, ya que si bien es verdad que cada vez hay más igualdad en todos los ámbitos (social, deportivo, cultural, etc.), ésta no llega a ser completa y los juegos tradicionales no son una excepción.  Por ello nos hemos centrado en este tema, porque creemos que es posible resolver el problema del sexismo gracias a la aportación de los profesores de educación física concienciando a los niños que todos los juegos pueden ser jugados por todos sin distinción de género.

Como es un tema que en su día podemos llevarlo a la práctica también nos interesa profundizar en la parte teórica para así estar más preparados en un futuro. Nosotros somos Juan Antonio García López, Máximo Villalba Ronda, Albert Valenzuela Martín y Jordi Mareñá Gumbau.

1. Introducción


Con la presentación de este trabajo pretendemos hacer ver la problemática que ha existido y puede existir en la actualidad a la hora de jugar a juegos tradicionales y la discriminación según el género de la persona que se puede dar en dichos juegos. Venimos de una sociedad tradicional y sexista en todos sus ámbitos, y de ahí que los denominados juegos tradicionales, los que han ido pasando de generación en generación, sea en muchos de sus casos una prueba de ello.
A partir de esto lo que pretende nuestro trabajo es hacer ver que sea cual sea el juego tradicional jugado, la participación sea tanto masculina como femenina, sin ningún tipo de discriminación y sin que por eso deje de ser fiel a su esencia.  Tan solo hace falta motivación por jugar al juego tradicional y una coeducación que no excluya a ningún sexo. Para llevar a cabo tal tarea, una buena preparación del docente o del futuro docente es esencial para que, a la hora de llevar a la práctica los conocimientos aprendidos, los lleve de manera que tanto el sexo masculino como el femenino participe en su totalidad en todos los juegos tradicionales propuestos. 
Por ello hemos desarrollado una propuesta educativa en la que la discriminación por sexo, o cualquier otro tipo de discriminación, no se den en los juegos tradicionales en los que alguna vez se dieron tales circunstancias. De esta forma será cuando empezará por desaparecer el sexismo en las clases de Educación Física y esperemos que este trabajo ayude a que este objetivo se haga realidad en un futuro próximo.

2. Aproximación conceptual


Comenzaremos, intentando definir o explicar algunos de los términos que consideramos claves para un mejor entendimiento del tema. Para ello, empezaremos hablando de los juegos tradicionales, para los cuales vamos a relacionar algunos conceptos de diferentes autores que nos facilitaran la concepción.

Dentro de los juegos, encontramos los juegos tradicionales, los cuales nos atañen de manera directa en este trabajo, pues vamos a centrarnos en estos y en su relación con el sexismo. Quizá cabría comentar primero, que algunas de las características comunes que encontramos en los juegos, son la de que el juego es libre, lúdico, intrínsecamente valioso, y variable.
Particularizando ya en los juegos tradicionales diremos, que forman parte de nuestra cultura, patrimonio e historia y destacamos entre todas sus características su pase de generación en generación casi siempre de manera oral. Quizá sufriendo algunos cambios pero siempre manteniendo su esencia. Provienen de una sociedad agrícola y ganadera y han visto como perdían importancia poco a poco, pues los cambios socioeconómicos y culturales han derivado en un cambio en la forma de vida, donde la perdida de la calle como lugar en el que hacer “vida” los ha relegado a un segundo plano. Esta nueva forma de vida, ha acabado con muchas costumbres, formas de socialización y claro está, los juegos no han sido una excepción.
En relación encontramos la definición de Carmen Trigueros que habla de “aquellos juegos que se transmiten de generación en generación, pudiéndose considerar específicos o no de un lugar determinado” (Trigueros Carmen, 1998) Es importante destacar esta idea de que pueden ser especificos o no, pues está comprobado, que los mismos juegos son llamados de diferentes maneras y jugados con distintas variantes dependiendo de la localización geográfica.

Por su parte, Kishimoto dice que "la modalidad denominada juego tradicional infantil, denominada así por el folklore, incorpora la mentalidad popular, expresándose sobre todo por medio de la oralidad. Considerado parte de la cultura popular, el juego tradicional guarda la producción espiritual de un pueblo en cierto período histórico. Esa cultura no es oficial, se desarrolla especialmente de modo oral, no queda cristalizada. Está siempre en transformación, incorporando creaciones anónimas de generaciones que se van sucediendo" (Kishimoto 1994). Como vemos, en esta definición se destaca el paso de generación a generación por via oral, el cual nos permite unas continuas lecturas o modificaciones de la actividad.

Haciendo referencia a la importancia del juego tradicional con el comportamiento social,  Lavega Burgés escribe que:"Aproximarse al juego tradicional es acercarse al folklore, a la ciencia de las tradiciones, costumbres, usos, creencias y leyendas de una región. Resulta difícil disociar el juego tradicional del comportamiento humano, el estudio del juego folklórico, de la etnografía o la etología." (Lavega Burgués, 1995)
Para cerrar con esta exposición conceptual sobre los juegos tradicionales, añadir  también una serie de características que nos ayudaran a una mejor comprensión.
Diremos pues que sus reglas son variables, que se pactan antes del comienzo y estas son de fácil comprensión, memorización y acatamiento; se trata de unos juegos con materiales baratos, educativos y colaborativos; y gran variedad a la hora de jugar un mismo juego, pues este varía dependiendo de la localización geográfica.

Para finalizar esta aproximación terminológica definiremos el sexismo. De acuerdo con la Real Academia de la Lengua, lo entendemos como “discriminación de personas de un sexo por considerarlo inferior al otro”
Según Cremades (1995), es toda la actitud en la que se produce un comportamiento distinto, jerárquico y discriminatorio, respecto a una persona por el hecho de que se trate de una mujer o un hombre. Es un mecanismo que se utiliza para dar privilegios a un sexo en detrimento de otro.
Para Hall (1990), se trata de un término derivado del concepto sexo, que se utiliza para aludir a determinadas características psicológicas, sociales y culturales que tratan deformadamente a los sexos.

3. El juego tradicional y el sexismo


El desafío de conseguir una mayor igualdad entre hombres y mujeres sigue
siendo hoy un objetivo enmarcado en la educación, que, asumiendo los valores democráticos de nuestra sociedad, ofrezca a nuestro alumnado el conjunto de capacidades básicas de tipo cognitivo, emocional y ético que le permitan obtener una educación íntegra a lo largo de su estancia en la escuela.

Pero como bien dice Cristina Brullet y Martina Subirats, en su libro: " el sistema educativo no sólo transmite y evalúa el aprendizaje de las nociones culturales aceptadas y establecidas, es decir, todo aquello que constituye el currículum oficial, sino que también transmite, a través de la interacción entre docentes y alumnado, un conjunto de normas y pautas de comportamiento y de relación muy importantes en la modelación de actitudes posteriores que configuran un aprendizaje paralelo" (Brullet y Subirats, 1991, "La coeducación" pág 32)

Relacionado con esta transmisión, encontramos el juego, y una de sus posibilidades es el juego tradicional, en el cual nos hemos centrado. Para ello, utilizando la guía "Juegos y juguetes para la igualdad"  (Rebolledo Deschamps, Marisa. Editada por la Dirección General de la Mujer, desde el Gobierno de Cantabria) Hemos podido observar como desde siempre ha habido juegos considerados “para niños” y otros “para niñas” bien porque en las niñas no estaba bien visto algunas actuaciones (ensuciarse, posiciones en el suelo) o bien porque en niños se les atribuía un comportamiento concreto de antemano (agresivo, fuerte,).
Estos juegos fueron imprescindibles en la infancia de mucha gente, y nadie puede dudar de que son fundamentales para el desarrollo de niños y niñas, pero al extrapolarlos a nuestra sociedad nos encontramos con que pueden conllevar efectos negativos ahora mismo, pues encontramos que en muchos casos están diseñados para el uso concreto de niños o niñas. Están divididos y diferenciados en función del sexo de quien los fuera a utilizar.
Por lo que esto provoca que se estén fomentando roles y modos de relación diferentes, haciendo que el desarrollo personal sea distinto, ya que si no juegan a lo mismo no desarrollan las mismas capacidades.

El juego tradicional además de una actividad agradable, una forma de aprender y conocer nuestra cultura, los lazos que nos unen al pasado, y creemos que nos pueden ser muy útiles en esta sociedad, pero siempre siendo conscientes de que cosas podemos adaptar para no caer en error. El tiempo que se dedica al juego es un tiempo de aprendizaje, exploración y descubrimiento. Alimentan la imaginación, potencian sus intereses y actitudes, definen comportamientos, permiten desarrollar habilidades y fomentan las relaciones con el mundo que rodea a niños y niñas. Por este motivo, es muy importante que la selección de éstos sea la adecuada y no basada en el sexo de quién lo vaya a utilizar. No estamos hablando de cambiarlos y romper con el pasado, sino adaptarlos en la manera de lo posible, para que estén al alcance de todos sin que pierdan su naturaleza y carácter. Esta será la forma de que nos aseguremos un total desarrollo.

Por ultimo hemos creído interesante desarrollar la idea de García Meseguer (1988) dice llegar a la conclusión de que la lengua castellana no es sexista, pero si lo puede llegar a ser, el uso que de ella podemos hacer. El lenguaje es uno de las formas más importantes de transmisión y configuración de estereotipos. Además, encontramos el lenguaje no verbal, que nos indican cómo debemos comportarnos, como por ejemplo el color, las canciones, los cuentos, y juegos. En estos se suele representar el mundo  masculino como reyes poderosos, príncipes valientes, ogros feroces, guerreros audaces, … mientras que el femenino se limita a esposas de reyes, princesas pacientes,  brujas malvadas, madrastras perversas… Esto lleva a adoptar diferentes actitudes: valor – pasividad, intrepidez-sumisión, agresividad-timidez, dominación-coquetería, aventura-debilidad, protagonismo-laboriosidad, inteligencia- mezquindad.

4. Modificación de juegos tradicionales sexistas.


Los juegos tradicionales reflejan las estructuras sociales y los roles de género. En este sentido, es importante la recuperación del juego tradicional, con sus valores positivos, pero teniendo en cuenta un análisis crítico desde la perspectiva de género e introduciendo cambios que conduzcan a aprender a jugar en igualdad.

Para ello hemos creado una guía para transformar los juegos tradicionales en juegos cooperativos, a continuación les mostramos cuales son sus objetivos, el tipo de metodología empleada, la transformación del juego, ejemplos y una evaluación.

4.1.Objetivos:

El objetivo general de este material es aportar un análisis de los juegos tradicionales desde la perspectiva de género, así como incorporar nuevas formas de juego basadas en el aprendizaje cooperativo y coeducativo. Para que toda la comunidad educativa lleve a cabo esta forma de aprendizaje es necesaria una toma de conciencia inicial, hace falta formación en coeducación para formar en coeducación.

A partir de este objetivo principal, se persiguen una serie de objetivos específicos que nombramos a continuación:

-Fomentar el juego como proceso de aprendizaje y desarrollo de actitudes.

-Descubrir otras formas de juego que permitan la libre expresión de las emociones.

-Facilitar que el alumnado se divierta y desarrolle habilidades sociales basadas en la cooperación.

-Observar la influencia de los juegos en la conciencia del propio cuerpo.

-Desarrollar la autoestima en los distintos juegos, ver la importancia de que cada persona se sienta única.

4.2.Modelo de intervención metodológica: metodología cooperativa

La metodología que se propone para el desarrollo de esta guía se basa en un modelo horizontal que favorece ante todo la participación, el conflicto cognitivo y el replanteamiento de las formas de relaciones públicas y privadas de niñas y niños a través de la incorporación y el tratamiento transversal de la perspectiva de género en cada acción formativa. Por ello, y antes del comienzo de la acción, es necesario un cuestionamiento por parte de toda la comunidad educativa, profesorado, alumnado y AMPAS, una fase de sensibilización, de toma de conciencia que facilite y legitime el proceso de aprendizaje coeducativo-cooperativo.

Por su parte, el aprendizaje cooperativo se caracteriza por la consecución de un objetivo común, jugar aprendiendo, en el que nadie gana ni pierde, sino que cooperan hasta alcanzar el fin establecido. El juego cooperativo se diferencia del juego competitivo en la ausencia de una persona ganadora, es decir, en la lucha por ganar.

4.3. ¿Como convertimos un juego tradicional en un juego educativo?

Los juegos nos remiten a una visión de la realidad, a través de los roles que se transmiten. Por ello, es necesaria una revisión de los juegos tradicionales o populares desde múltiples perspectivas para no incidir de nuevo en posturas dominantes masculinas y/o competitivas.
Existen desigualdades en el tipo de juegos en los que participan chicas y chicos, así como en la forma de llevarlos a cabo, todo ello nos exige abordar prácticas coeducativas que rompan con  los roles establecidos.

A continuación se muestran algunos aspectos que han de ser tomados en cuenta para transformar los juegos tradicionales en juegos coeducativos-cooperativos:

-Utilizaremos los juegos como recursos didácticos en los que ofrezcamos nuevos modelos de actuación.

-Es necesario intervenir para modificar las actitudes sexistas o violentas y el rechazo a la participación.

-Debemos formar grupos heterogéneos, donde chicas y chicos interactúen y participen de forma equilibrada.

-Todas las personas deben pasar por los diferentes estadios del juego.

-Rescataremos siempre el lado positivo del juego, no nos quedaremos con aspectos negativos.

-Todas las personas que intervienen en el juego han de saber sus reglas, evitaremos dar las cosas por sabidas.

-Evitaremos la expresión de quién juega bien y quién juega mal y nos centraremos más en la forma de participación.

-Para cada juego haremos grupos, no utilizaremos lo individual.

-La finalidad del juego no ha de ser ganar sino participar igualitariamente

4.4. Algunos juegos tradicionales renovados:

A continuación mostraremos una lista de juegos tradicionales, que a través de los aspectos nombrados anteriormente, han sido transformados de juegos tradicionales a juegos coeducativos, los juegos son los siguientes:

1) La silla                           2) La comba                        3) La gallinita ciega

4) Carrera de sacos           5) Estatuas de sal                 6) Traga manzanas

7) La rayuela

4.5. Evaluación:

Evaluar significa analizar si los objetivos que nos marcamos en un primer momento se han conseguido, y cuáles han sido las resistencias más comunes para la no obtención de los mismos, en el caso de que no lleguemos a la finalidad propuesta. Jugar no es sólo utilizar parte del tiempo libre para la diversión, ya hemos visto la influencia de los juegos en la formación de niñas y niños. Al final de la actividad, nos sentaremos en corro y haremos una rueda de preguntas: ¿Cómo te has sentido? ¿Qué versión te ha gustado más? ¿Por qué? ¿En qué versión te has divertido más?

La evaluación se podrá realizar de dos formas: cualitativamente y cuantitativamente. En la evaluación cualitativa expondremos de manera explicativa lo que ocurre en el juego, mientras que en la evaluación cuantitativa anotaremos los porcentajes por sexo.
Ambas formas de evaluación nos muestran un diagnóstico de las situaciones que ocurren en cada juego. De aquí podremos sacar mucha información sobre las desigualdades existentes, y el porqué de ellas, en cada actividad realizada.

Para evaluar, tanto en la familia como en la escuela, la perspectiva de género en los juegos habría que tener en cuenta determinados aspectos, como:

PROCESO 1: este proceso consiste en analizar el genero con que se ha relacionado el juego, sí socialmente ha sido aceptado más para las chicas o para los chicos. Y, quien lleva la ropa mas idónea para el juego.

PROCESO 2: el siguiente método de evaluación, consiste en que porcentaje respecto a  los dos géneros  tiene más iniciativa cara al juego. Y que tipo de emociones expresan, y quien expresa con mas facilidad las emociones.

PROCESO 3:  la organización en grupos es muy importante, en este proceso analizaremos, cuantas chicas se mezclan con los chicos, y viceversa. Y quien opone mas resistencia dependiendo del juego, si chicos o chicas.

PROCESO 4: cada juego aporta habilidades diferentes, analizaremos que habilidades aportan cada juego con mayor facilidad y que mensaje les transmite el juego.


5. Conclusiones


Para terminar nos gustaría destacar tal y como hemos expuesto en el trabajo  el papel del juego en la educación de los niños ya que es un instrumento que socializa e inculca una serie de ideas y valores, además de crear expectativas y necesidades  y enseñar por otro lado maneras de actuar en la sociedad actual .Sin embargo hay que tener en cuenta y prestar especial atención a distintos aspectos y factores  que aparecen en muchos juegos como son la discriminación, el juego poco equitativo o el sexismo… los cuales condicionan el juego y transforman sus beneficios en aspectos negativos para el alumnado.


En nuestro trabajo tratamos el sexismo en los juegos tradicionales ya que es un tema/problema que está presente desde los orígenes de los mismos y hasta la actualidad. La sociedad actual es sexista, la publicidad es sexista, la educación es sexista, el deporte es sexista, esto es un hecho.  A pesar de haber avanzado considerablemente en este aspecto derribando muchas de las barreras( imaginarias) que separaban hombres y mujeres , aún no se puede hablar de un trato totalmente igualitario, y en lo que nos concierne tenemos que ser realistas de que el hecho de discriminar o simplemente clasificar algunos juegos como masculinos (normalmente por su carácter competitivo y de fuerza) o femeninos (mayor contacto verbal y grupos reducidos) , simplemente causa una limitación en el  aprendizaje y la aparición de comportamientos y adquisición de roles que a la larga pueden derivar en conductas pocos recomendables. Los niños aprenderán que hay  “cosas de chicos y cosas de chicas” y no es así, además de que verán natural el hecho de que exista tal división.

Radique el problema en los padres, en los profesores, o en la sociedad en general, esto debe cambiar y nosotros proponemos comenzar por algo muy básico  pero de gran importancia para los niños y su educación como es el juego. No pretendemos implantar una serie de juegos no sexistas como vemos en el caso del Colegio Santa María de la Hispanidad.  En este vídeo observamos como los mismos profesores y padres son los que defienden una postura neutral y de indiferencia, “que jueguen a lo que quieran” sin pararse a pensar que si seguimos pensando igual año tras año no va a cambiar nunca nada porque como hemos dicho antes la sociedad ya es sexista.

 No obstante si proponemos fomentar  tales juegos y actitudes tolerantes  y evitando así conductas divisorias. Cambiando la dinámica de algunos de los juegos y eliminando estereotipos y tópicos diferenciadores y sexistas, la calidad de lo aprendido por los niños y de los valores que van a recibir va a ser muy superior.

jueves, 13 de diciembre de 2012

6. Referencias bibliográficas

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Alario, A., Anguita, R. (1999). ¿La mitad de la humanidad forma parte de la diversidad? El sexismo en las aulas y la coeducación como alternativa. Revista interuniversitaria de formación del profesorado, [Online] 3 (36),  33-43. Disponible en: http://www.aufop.com/aufop/uploaded_files/articulos/1247329516.pdf [14/12/2012]